sintgamas, artículos
 
Usuario:   Clave:    
   
Escribí lo que quieras:  
 
  Gastronomía| Moda| Mascotas| Industria| Om| Mi lugar| Economía| Política| Humor| Ecología| Turismo| Educación| Inmobiliarias| Sociedad| El mundo| Ocio| Música| Ciencia| Tecnología| Internet| Posicionamiento| Diseño| Deporte| Salud| Letras| Cine| Juegos| Miscelaneas| Cultura| Escultura| Pintura| Clasificados| Televisión| Alternativas| Recetas| Telefonía|  
   
 
 
27 No se puede dar marcha atrás al reloj, pero sí se le puede dar cuerda nuevamente.   por   puntoedu
 
 
Arcadia 5/21/2009 | 12:34:17 AM  
 
Amor en la oficina
Peligro que hay que evitar.
Tags:
  cuento   relato   litertura   metaliteratura   literatura latinoamericana   leyendas   poesía   Ana Abregú
 
Lleva la camisa desarreglada. En el medio, a la altura de la cintura, cerca del cinto, se alcanza a ver un botón desabrochado, como si no hubiera tenido tiempo de abotonárselo.
Se le nota el descuido en las arrugas de la camisa, justo en el borde, al hundirse debajo del cinto de cuero negro; la corbata un poco ladeada, como si se la hubiera doblado el viento, luego de una carrera; además, no anda por los pasillos, se desliza, flota, patina, vuela, la cara reluciente, el pelo en desorden y húmero, como si acabara de salir de la ducha.
Me ofrece la mano, aunque no me mira.
La tomo y puedo sentir el contacto vibrante, el calor de la huella de las líneas de sus manos se pega en mi palma, y me inunda el recuerdo de la noche en donde esas manos vagabundean en mi cuerpo, la boca en mi cuello y el convulso pez que me penetra, mientras desaparezco en la escarcha de mis huesos, bajo su peso me siento invencible.
Anoche, susurra, empujando el aire que yo me acerco a dejar que se me meta dentro del cuerpo, pero lo interrumpo, le digo: Señor Garmendia, sus llamados quedaron en su escritorio, soltando su mano, porque sé que hay demasiada gente en la oficina, aunque prefiero creer que nadie nos mira.
El entra en su oficina mientras yo me siento en mi escritorio, pero antes de cerrar la puerta me mira y me dice en voz alta: Señor Harlan, recuerde que hoy tenemos el almuerzo con los inversores, no se comprometa para esas horas, usted vendrá conmigo.
Y yo digo, sí señor, mientras pienso en el borde de su cuerpo y en comerme el pez vivo.
 
Licencia Creative Commons
Este obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.

 

 

 

 
Agregar esta página a Mister Wong Compartir
Adelaida Sharp en tu tiempo
Coprompas
El narrador en búsqueda del autor
Doble de sueño
Armar la cosa
  Comentarios: 6      
1- Wombat 5/21/2009 1:29:58 AM
Muy atrevida señorita, deberías ser mayor de edad para escribir estas cosas.
 
2- Citadino 5/21/2009 2:20:02 AM
A esta altura, ya imaginara porque el tipo gana mas que Ud. Porque será que todavia me sorprenden estos finales?
 
3- Quijote 5/21/2009 11:53:10 AM
Estas cosas no debieran estar permitidas, me bajó la presión, yo me imaginaba ...bueno, para qué voy a decir. Arcadia sos cruel...
 
4- Arcadia 5/22/2009 1:29:34 PM
Wombat, si no fuera mayor de edad, por favor, no se lo cuente a mi mamá. Citadino: gracias por confesar que mi estrategia es exitosa en este texto. Quijote: No, que va, soy escritora solamente. Gracias a todos por comentar.
 
5- Anubis 5/25/2009 12:07:21 PM
Un amigo sostiene que no hay cosa más erotica que hacerle creer a las mujeres que sos gay, es como un imán, siempre intentan convertirte. De ese modo se levanta un montón de minas que dicen haberlo rescatado. jajaja..muy bueno Arcadia.
 
6- Arcadia 5/25/2009 3:12:33 PM
jejeje, Anubis, esa es buena, un amigo mio decía que era impotente, y que ellas quedaban felices de curarlo...jejeje...esa que contó, también es buena técnica. Gracias por comentar.
 
 
Enviá tu comentario
Para dejar tu comentario debes ser miembro de Sintagmas.
 
 
 
 
 
 
ULTIMAS PUBLICADAS en Mi lugar |
  Todo lo que debes saber sobre los tratamientos de estética dental
NAF
 
  Como llevar mejor la cuesta de enero con conservas del Cantábrico
NAF
 
  Cinco conservas exquisitas para saborear en verano
NAF
 
  Cuánto se juega a la lotería de navidad
NAF
 
  Pirdras Blancas
Sociedaccion
 
  Mudanza a piso en Barcelona inesperadamente fácil
Contenidos7
 
  Los sabores de siempre en restaurante Alcalá de Henares
Contenidos7
 
  ¡Por fin nos independizamos!
Contenidos7
 
  Cerrado por reformas
Wombat
 
  Muro, paredón o después
puntoedu
 
  Topografía desconcertante
HeridaAbsurda
 
  Este es Lucas, ayudá a encontrarlo
Gorda
 
  Ya son Maravilla del mundo, las Cataratas de Iguazú
JulioH
 
  La sordera oficial
Wombat
 
  Cascarudos gronchos
Miura
 
  Sintagmas, sitio incontaminado
Gorda
 
  Como terminar algo que aun no a comenzado
maria bello
 
  Candela, una herida abierta
Gorda
 
  Buenos aires bajo la niebla
Primate
 
  Robar un banco y salir impune
Primate
 
  Deportes para el pueblo
JulioH
 
  Servicio doméstico
Rafa*
 
  Como en casa
Primate
 
  Tributo a uruguay
Rafa*
 
  Llamadas comerciales al teléfono
Duck
 
  El abrazo del Oso
andre_laplume
 
  A los perro les encanta jugar
achrafx
 
  Inspirado en las chicas Bond
Claudio
 
  Tragedia en el Teatro Colón
Arcadia
 
  Celebración bicentenario
Claudio
 
 
 
 
TAGS
cuento relato litertura metaliteratura literatura latinoamericana leyendas poesía Ana Abregú
 
 
  Contacto| Términos y condiciones| Anunciar en Sintagmas| Acerca de Sintagmas| Administrar|      
Copyright 2009 y actual de Sintagmas | Todos los derechos reservados